En la última década se han registrado los 28 días más breves de todos los medidos desde los años 60. Un día normal, el que contamos en el calendario, tiene 24 horas, es decir, 86.400 segundos.
Pero en realidad, el movimiento de rotación de la Tierra no es totalmente exacto, por lo que la mayoría de los días no duran exactamente lo mismo. Lo que tiene a los científicos sorprendidos es que la Tierra lleva encadenando muchos días más cortos de lo normal en los últimos años, y no está claro el motivo por el que esto sucede.
En 2020, se registraron los 28 días más breves desde que se comenzaron a usar relojes atómicos para medir la velocidad de rotación de la Tierra en 1960. En 2022, ya ha batido dos veces su mejor marca. El 26 de julio la jornada duró 1,50 milisegundos menos (1 milisegundo equivale a 0,001 segundos); mientras que el día más corto jamás registrado ocurrió solo un mes antes, el 29 de junio, cuando la Tierra tardó 1,59 milisegundos menos en completar su movimiento de rotación.
LAS POSIBLES CAUSAS
Los científicos barajan hipótesis que apuntan desde a procesos geológicos en las capas internas o externas de la Tierra, como a la acción de los océanos, las mareas o incluso el clima, pero nada es seguro y las investigaciones continúan, tal como recoge el portal especializado en tiempo timeanddate.com.
Por su parte, los investigadores rusos Leonid Zotov, Christian Bizouard y Nikolay Sidorenkov, de la Universidad Lomonosov, han sugerido en la reunión anual de la Sociedad de Geociencias de Asia-Oceanía que la disminución actual en la duración del día podría tener alguna relación con el ‘bamboleo de Chandler’, una pequeña desviación del eje de la Tierra. Mientras, otros expertos sostienen que podría deberse a que la Tierra es ligeramente elíptica, a la actividad sísmica o al desajuste del peso de los polos por el deshielo.
No obstante, si tomamos como referencia períodos prolongados, el giro de la Tierra se está se está ralentizando principalmente por el tirón gravitacional de la Luna. Lo normal es que cada siglo, nuestro planeta tarde un par de milisegundos más en completar una rotación.
Para compensar esa alteración y mantener los relojes alineados con el giro del planeta, el Servicio Internacional de Sistemas de Referencia y Rotación de la Tierra (IERS) agrega segundos bisiestos de vez en cuando, es decir, detienen los relojes por un segundo para que la Tierra pueda alcanzar su ritmo. El primer segundo intercalar se agregó en 1972 y el último el 31 de diciembre de 2016.